Jóvenes adultos
-Resumen
Lunes 18 de
Marzo 2013
Génesis 3: 1 -
5
Reina-Valera
1995 (RVR1995)
La serpiente era más astuta que
todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho, y dijo a la mujer:
—¿Conque Dios os ha dicho: “No comáis de ningún árbol del huerto”?
2 La mujer respondió a la
serpiente:
—Del fruto de los árboles del
huerto podemos comer, 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto
dijo Dios: “No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis.”
4 Entonces la serpiente dijo a la
mujer: —No moriréis.
5 Pero Dios sabe que el día que
comáis de él serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conocedores del
bien y el mal.
Filipenses 2: 1
– 11
Reina-Valera 1995 (RVR1995
Por tanto, si hay algún consuelo en
Cristo, si algún estímulo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún
afecto entrañable, si alguna misericordia, 2 completad mi gozo, sintiendo lo
mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. 3 Nada
hagáis por rivalidad o por vanidad; antes bien, con humildad, estimando cada
uno a los demás como superiores a él mismo. 4 No busquéis vuestro propio
provecho, sino el de los demás.
5 Haya, pues, en vosotros este
sentir que hubo también en Cristo Jesús:
6 Él, siendo en forma de Dios, no
estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
7 sino que se despojó a sí mismo,
tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres.
8 Más aún, hallándose en la
condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz.
9 Por eso Dios también lo exaltó
sobre todas las cosas y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
10 para que en el nombre de Jesús
se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de
la tierra;
11 y toda lengua confiese que
Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Al comparar ambos textos, uno del Antiguo Testamento y el otro
ubicado en el Nuevo Testamento, podemos visualizar que pese a la diferencia de
tiempo en el que fueron escritos, hay un punto donde estos se cruzan.
En el primer pasaje queda de manifiesto la oferta de la serpiente a
los hombres para poder ser como Dios, tienta al ser humano a ser su propio
dueño, a divinizarse. En el segundo, en tanto, se nos muestra que es Cristo
quien se humaniza, que deja su divinidad, renuncia a su condición para venir al
encuentro del hombre, y es en este camino donde los textos se cruzan, mientras
el hombre trata de elevarse para llegar a la condición de Dios, Jesús viene y se
hace hombre para venir en busca de los suyos.
Por lo general los seres humanos luchamos por hacer lo imposible con
tal de agradar a Dios, tratamos de elevarnos a un nivel superior, con tal de
estar más “cerca” de Dios. Y es en esa búsqueda, que muchas veces nos
frustramos dado que al hacerlo en nuestras propias fuerzas nos agotamos a tal
punto que en vez de avanzar, retrocedemos. Vamos tan enfocados en tratar de
llegar, que no vemos que Dios viene en sentido contrario a visitarnos.
En otras ocasiones, sentimos estar tocando fondo, alejados
completamente del camino que nos lleva a Dios, y cuando tratamos de volver no
disfrutamos del rescate que Dios nos ofrece, no experimentamos la restauración
completa. Creemos que para que Dios nos escuche, tenemos que estar más cerca de
Él, que ese es un privilegio solo para algunos, y no entendemos que Dios en su
misericordia está dispuesto a venir a rescatarnos de nuestra miseria (de ahí
que siempre apelamos a su misericordia), que Él viene hasta donde nosotros
estamos para ofrecernos su perdón y restauración.
¿En qué tramo del camino estás? ¿Estás
tratando de acercarte, de llegar a un nivel superior por tu cuenta? ¿Estás
yendo en dirección opuesta a la de Dios, tratando de salir de tu situación
difícil con tus propias fuerzas? Hoy te invitamos a que no trates de seguir
avanzando solo, quédate ahí donde estás y deja que Dios venga por ti,
experimenta el encuentro con Dios, deja que obre en tu vida. No hay nada mejor
que disfrutar de su visita.