miércoles, 14 de mayo de 2008

Ni Hipócritas Ni Paganos


Texto Bíblico: Mt 6:5-14
No era poco común que los discípulos pidieran a sus maestros alguna oración que pudieran repetir en medio de su práctica religiosa. No nos ocuparemos por ahora de la novedad de la oración que conocemos como “El Padre Nuestro”, sino de la advertencia que Jesús entrega a sus discípulos antes de dejarles esta oración.
Dos son los grupos cuyas prácticas deben ser evitadas a toda costa. En primer lugar están los “hipócritas” de los cuales se dice que aman vivir su religiosidad (en este caso orar) buscando ser vistos por las demás personas. Frente a su forma de vivir su religión este grupo recibirá como recompensa lo que estaban buscando, es decir, ser vistos por las personas, y nada más que eso. En cambio a los discípulos se les aconseja ir a un lugar privado donde no puedan ser vistos y ahí orar.
El segundo grupo es el que se denomina “pagano” o “gentil”. De este grupo se dice que cree que por su palabrería será oído. El discípulo de Jesús debe saber que Dios ya está en conocimiento de sus necesidades y que no podrá, aunque lo intente, sorprender a Dios con información que éste no tenga. La manera en que deben orar los discípulos es lo que refleja el “Padre Nuestro”.
Me parece que el error de ambos grupos es su concepto de Dios. Los “hipócritas” han desarrollado una imagen de Dios en la que éste parece mantenerse al margen de las intenciones de quienes actúan en su nombre. Los “hipócritas” parecen pensar que Dios no tomará en cuenta la actitud más profunda con la que viven su religión. Pero Jesús dice que quienes así actúan no pueden esperar una aprobación sino sólo de las personas a quienes los hipócritas han querido impresionar. Ninguna aprobación surge de Dios hacia este grupo.
Por su parte los “paganos” tienen una imagen de Dios según la cual éste parece un ser inerte activado como por arte de magia una vez que el orante ha introducido el código de las palabras mágicas. Y esto era realmente así entre quienes creían que siguiendo un ritual determinado podían mover a sus dioses a actuar en su favor. La sobriedad del “Padre Nuestro” parece ser la respuesta a la práctica de los paganos.
Me parece que es posible encontrar entre los actuales discípulos del Señor a personas que no han podido evitar ser como los “Hipócritas” o como los “Paganos”. Al respecto propongo una conversación que nos permita mirar “nuestras” propias prácticas religiosas en un ambiente de respeto y amor.

2 comentarios:

Ely Palma dijo...

Esta reflexión me ha llevado a recordar años atrás cuando uno llegaba a una iglesia y se entendía que el hermano más espiritual era aquel que oraba más fuerte y con palabras casi in entendibles por los demás (oraba en reina valera 1960). Se nos hacía pensar que aquellos hermanos tenían mayor vida de oración y consagración, por eso alcanzaban ese nivel de lenguaje. No quiero decir que ellos hayan sido paganos o hipócritas, sino que muchas veces se malentienden algunos rituales que se heredan por generaciones.

Hoy en día, no es raro escuchar que tengamos muletillas cuando oramos, y que en muchos casos casi en forma inconciente muchos repiten palabras en medio de sus peticiones y/o gratitudes. Se podría entender esto como una forma pagana de orar, ya que sólo repetimos algo que alguien dijo y sonaba bonito?

Creo que la moraleja como bien decía Javier ese día es entender Quien es Dios y como nos acercamos a él, ojala y esta forma sea cada día más natural y sincera que refleje quien realmente somos, Ni Hipócritas Ni paganos.

Anónimo dijo...

Hola quiero saber en que horario hacen las reuniones desearia asistir... Dennis